1) Que suene el despertador y poder saborear esos segunditos de feriado antes de apagarlo.
2) Que el modem funcione decentemente, y no, as usual, como se le de la gana a él!
3) Ver en una vidriera una prenda que me vuelve loca al 50% OFF, pedirla al grito de "¡decime que te quedó en M!" y la vendedora después de dar vuelta el local (por mi cara de: encontrala o te mato), me la traiga con un suertudo "la ultima, che".
4) Ver al flaco que me mueve el piso conectarse y (luego del típico hablame, hablame, hablame) notar una la ventanita de conversación suya con un: "¿tenés ganas de hacer algo esta noche?
5) Poner la cinta para correr y LLEGAR, aunque sea con la lengua afuera, emanando un grito (interno, claro) en un devenir de orgasmo y ¡lleguélaputaqueloparió!
6) Decirle, sin histeriqueos y genuinamente, NO a la persona que alguna vez te rechazó.
7) Mirarme en el espejo y pensar: pucha, me saqué la lotería con este pantalón.
8) Subir a un colectivo lleno, después de un día interminable, y pegarle intuitivamente al asiento que se va a desocupar primero. Obviamente, para luego desplomarse cual bolsa de papas sobre la suave cuerina maltrecha.
9) Encontrar la pincita de depilar instantáneamente, cuando la tarea suele ser de aguja en un pajar.
10) Que el obrero/recolectordebasura/limpiavidrios/taxista-on-fire te tire algún piropo bien guarro como solo ellos conocen aunque estés con la joggineta rotosa y cara de necesito una ducha YA!
2) Que el modem funcione decentemente, y no, as usual, como se le de la gana a él!
3) Ver en una vidriera una prenda que me vuelve loca al 50% OFF, pedirla al grito de "¡decime que te quedó en M!" y la vendedora después de dar vuelta el local (por mi cara de: encontrala o te mato), me la traiga con un suertudo "la ultima, che".
4) Ver al flaco que me mueve el piso conectarse y (luego del típico hablame, hablame, hablame) notar una la ventanita de conversación suya con un: "¿tenés ganas de hacer algo esta noche?
5) Poner la cinta para correr y LLEGAR, aunque sea con la lengua afuera, emanando un grito (interno, claro) en un devenir de orgasmo y ¡lleguélaputaqueloparió!
6) Decirle, sin histeriqueos y genuinamente, NO a la persona que alguna vez te rechazó.
7) Mirarme en el espejo y pensar: pucha, me saqué la lotería con este pantalón.
8) Subir a un colectivo lleno, después de un día interminable, y pegarle intuitivamente al asiento que se va a desocupar primero. Obviamente, para luego desplomarse cual bolsa de papas sobre la suave cuerina maltrecha.
9) Encontrar la pincita de depilar instantáneamente, cuando la tarea suele ser de aguja en un pajar.
10) Que el obrero/recolectordebasura/limpiavidrios/taxista-on-fire te tire algún piropo bien guarro como solo ellos conocen aunque estés con la joggineta rotosa y cara de necesito una ducha YA!